“Siempre hundidos en la mierda” dijo el anciano, el cual sin control de mi capacidad auditiva no resistí escuchar mientras conversaba con otro viejo bohemio acerca de la situación del país en una de las calles de mi ciudad.
Pero parece tan extraño que ellos sean los culpables pues se repite cada periodo.
En el pueblo. Si, en el pueblo; pues cada gobernante debe enfrentarse a un pueblo como este en el que la gente se queja de que no hay trabajo y no hay dinero pero toman sin parar todos los fines de semana en los colmadones y discotecas del país, un pueblo que en su mayoría se queja de la polución pero al comerse hasta una menta arrojan el desperdicio a la calle aun teniendo un lugar en que colocarla correctamente en frente, un pueblo que se queja de la energía eléctrica pero mas de el 50 por ciento se la roba, un pueblo que se queja del agua pero la desperdicia sin pensar en que alguien mas la puede necesitar, un pueblo que se queja del problema del transporte pero no se unifican y dejan que un grupo se sindicalistas estupidos hagan lo que se le antoja, un pueblo que se queja de la delincuencia juvenil que se vive a diario pero no EDUCAN a sus hijos de la manera correcta para ser ciudadanos útiles en la sociedad, un pueblo tan cobarde como el mió que no se da cuenta donde radica el problema realmente (y creo que esto es redundar) el problema SOMOS NOSOTROS, no los gobernantes.
El 16 de mayo solo se elije el manager del equipo pero los jugadores seguimos siendo los mismos, el mismo equipo perezoso, mañoso, ventajista, el mismo equipo que solo se queja y no cambia, que solo pide y no da.